Introducción al concepto de diseño UX/UI.
Cuántas veces habré escuchado esa pregunta cuando intento comentar a la gente en qué trabajo. Y, tras mi primer artículo, varias personas me han vuelto a preguntar por ello.
«Ah, diseñador gráfico», me dicen —y se dicen a ellos mismos— para que su cerebro trate de relacionarlo con algo. NO y NO. El UX y/o el UI no tiene nada que ver con el diseño gráfico, sólo que comparten eso, el diseño.
El diseño no deja de ser aquella disciplina que conecta a un usuario con un producto. Crea un puente entre la necesidad y el consumo. Crea el apetito de comprar. No hay que olvidarse nunca de que el diseño no es más que una herramienta para vender. Quizás, de las más efectivas. Diseño es un mueble, diseño es un edificio, diseño es un electrodoméstico, diseño es… bueno, creo que se ha entendido.
El diseño UX/UI (User Experience/User Interface) nace de la necesidad de crear ese puente entre el consumidor y un producto de consumo digital.
Cuanto más fácil e intuitivo sea el proceso de consumo mediante un dispositivo digital, mejor estará desarrollado el diseño UX/UI del producto y esto marcará su existencia o su desaparición. No importa la belleza.
Cada vez estamos más acostumbrados a usar nuestro móvil, y somos capaces de elegir entre qué aplicaciones nos acompañan día a día y cuáles no. ¿Te has parado a pensar por qué usas esa aplicación para el calendario y no otra? O ¿por qué Instagram y no otra de tantas aplicaciones que nacieron con el mismo propósito? ¿Por qué YouTube y no DailyMotion? Todas las respuestas en una misma solución: por su diseño UX/UI.
Piensa en Amazon. ¿Es una herramienta bonita? Realmente no. De hecho, estéticamente es bastante fea. ¿Es fácil de usar y cumple su cometido? A la perfección. En pocos segundos, un usuario totalmente novato es capaz de encontrar lo que anda buscando. En pocos minutos, ese novato está creando una cuenta, dando datos de pago y comprando. ¿Qué más necesitas? Podemos discutir que si colores, que si fuentes y un sinfín de elementos que podrían ser mas bellos. Sí, pero el usuario recibe la información que necesita para tomar decisiones, hace que el usuario no navegue perdido. Esto hace que la herramienta sea perfecta en su UX/UI y, por ello, se ha convertido en la gran plataforma que es.
Para generar un buen trabajo como diseñador UX/UI se necesita tener en cuenta en cada paso al posible usuario final (o target) e involucrar al equipo que trabaje en esa idea. No se entiende el crear una buena experiencia en el consumo de un producto digital sin una alimentación continua de ambos. Para ello, se hace uso de actividades, talleres o reuniones interactivas enfocadas a sacar la mayor cantidad de información válida.
A diferencia del diseño gráfico más puro, el diseño de experiencia de usuario y de interfaz no se apoya en una creatividad y/o belleza visual como principal gancho. Esta rama no deja margen a tanta creatividad visual como su tocayo el gráfico. Empresas como Google o Apple (si hablamos de aplicaciones móviles), marcan de forma muy estricta cómo quieren que sus interfaces luzcan y, por ello, son muy severos a la hora de que cada producto cumpla con unas guías de estilo que ellos marcan. Si no las cumples, estás fuera, y si estás fuera, no estás. Además, hay que sumar que tu trabajo no va a pasar de tus manos a una imprenta y a ser público. No. Tu trabajo va a pasar a manos de un CTO/programador y ahí comienza una lucha salvaje sobre lo que se puede hacer o no. Todo esto, hace que el diseño UX/UI deba estar totalmente estudiado, conceptualizado, refutado por procesos anteriores y preparado para que sea totalmente entendible para el programador.
Colores, fuentes, herramientas, soportes, etc. cambian radicalmente. Del papel y las tintas pasamos a los pixeles y a códigos hexagesimales. El uso creativo de fuentes y sus tamaños se reduce drásticamente: no sirven para pantalla las que sirven para papel. Las jerarquías y pesos deben ser acentuados de manera diferente, y los puntos de atención y alineamientos pasan a ser muy cuadriculados.
El diseñador UX/UI debe aprender a limitar su creatividad a aquello que pueda ser traducido a un código de programación.
Poder sacar un punto de creatividad en este sector, puede marcar una gran diferencia frente a tu competidor. Puede hacer que tu producto sea usado por millones de usuarios o tener que ser cancelado a los pocos meses.
En definitiva: el diseño UX/UI no deja de ser una disciplina que trata de hacer que el usuario siga consumiendo en el mundo de hoy en día.